El bosque parecía vencido... ¡Jajaja! Nada más lejano a la realidad. No comprendo aún cómo por un segundo llegué a pensar tamaña estupidez. El bosque tiene muchos recursos, demasiados para mi gusto, y nos permitió caminar tranquilamente durante un rato, dejando que nos confiáramos, mientras preparaba un nuevo ataque. Consulté el mapa y luego mi brújula buscando establecer nuestra posición, pero no era nada fácil entre toda aquella vegetación, si ni siquiera se veía por dónde estaba el sol.
En cuanto regrese al Recinto pienso encargarle a Papo que me construya un localizador con GPS, es increíble lo que la tecnología nos ofrece en esta y muchas otras áreas y no podemos dar ventaja de ningún tipo a las fuerzas del mal.
Después de unos minutos pude establecer nuestra posición, estábamos a cinco kilómetros al noroeste de nuestro objetivo.
Retomamos el camino cuando un extraño ruido llamó nuestra atención. El sonido iba en aumento, sin duda se estaba acercando, nos pusimos en guardia... Cinco segundo antes de que la masa negra cayera sobre nosotros reconocí el sonido de miles de murciélagos aleteando salvajemente. ¿Cómo combatirlos? Golpeábamos con nuestras antorcha y nuestras armas pero eran miles. La única solución era correr, buscar un claro donde el sol pudiera entrar y cegar a nuestro oponente. Eso hicimos, pero nosotros no pudimos elegir nuestro camino, parecía como si la masa húmeda y asquerosa nos estuviera arreando, como si fuéramos ganado, hacia algún lugar en especial, y así fué porque nuestro camino terminó al borde de una profunda barranca. Allí el sol nos deslumbró y ¡apenas si conseguimos detenerlos para no caer...! Los murciélagos se mantuvieron en la espesura, lejos de los rayos del astro. Estábamos a salvo..., enseguida me dí cuenta de la trampa, porque los árboles del entorno movieron sus raíces con fuerza provocando un deslave y consiguiendo lo que los murciélagos no habían logrado: tirarnos al fondo del barranco...
Intentamos aferrarnos de lo que fuera, pero las raíces que generalmente emergen de las paredes de las barrancas se habían retraído y no hubo forma de evitar que cayéramos al fondo, a unos 10 metros de profundidad.
Lamentablemente, y más allá de los moretones y raspadas que todos sufrimos, Günter el más veterano de los Vigilakhan que me acompañaba, sufrió una herida grave en su pierna derecha, aunque el muy valiente aguantó el dolor sin emitir ni una sola queja. Mientras los otros lo auxiliaban estudié el lugar... A unos treinta metros corría un arroyo y alrrededor nuestro decenas de osamentas de guerreros se calcinaban al sol. Evidentemente esa barranca había sido usada en el pasado para deshacerse de los cadáveres de los intrusos, eso me resultó evidente por las armaduras que vestían los pobres: ninguna era posterior al siglo XVII.
De pronto el suelo pareció cobrar vida y miles, ¡no, millones! de lombrices y otros insectos inmundos comenzaron a emerger del suelo cubriendo las osamentas, llenando los espacios que antes ocupaban músculos y grasa, y dando nueva vida a los esqueletos muertos... Los guerreros vencidos comenzaron a incorporarse, movidos por una voluntad capaz de dirigir a miles de pequeñas y asquerosas criaturas de la tierra. Se movían torpemente aunque la reconstrucción había sido bien lograda, incluso algunos tenían rasgos bajo los herrumbrados cascos. Vi que uno de ellos, seguramente el líder, abría la boca intentando dar alguna orden más ningún sonjido emergió de la boca amorfa. Visiblemente fastidiado por su defecto, se inclinó y tomó, con uno de los apéndices que funcionaba como mano una enorme hacha, y luego con gestos animó a los demás a imitarlo. Así lo hicieron y armados ahora hasta los dientes (que no tenían), comenzaron a avanzar hacia nosotros.
¡En Guardia! grité alertando a mis compañeros, que por un par de segundo quedaron estupefactos, y sin más nos abalanzamos sobre los reconstruídos zombies. He enfrentado a todo tipo de criaturas pero estás eran capaces de amilanar al más valiente: nuestros mandobles cortaban brazos, cercenaban cabezas pero éstas se recomponía casi de inmediato, en vano eran nuestros esfuerzos por destruirlos, los guerreros resusitados eran imposibles de vencer (salvo claro, que alguno hubiera llevado un insecticida o tal vez un repelente, pero no era el caso) Nuestra única salida era volver a huir, y eso es algo que detesto hacer.
¡Corran hacia el río!, grité y mientras uno ayudaba a Günter a llegar al río, el resto intentaba detener a las criaturas. Al llegar a la orilla un tronco caído y sin vida fué empujado al río. Serviría como improvisado salvavidas, el hecho de que seamos guerreros valientes y osados no significa que todos sepan nadar...
Nos alejamos rápidamente llevados por la corriente, y los improvisados guerreros no se aventuraron al agua, ellos sí que no saben nadar, afortunadamente. Los vimos volver a sus lugares y tan rápido como se formaron, deshacerse y volver a dormir el sueño eterno... Con todo creo que salimos con suerte, estaba seguro de estar en el Arroyo Cenagoso, lo supe enseguida por el color y el olor del agua... Y además, el cauce se dirige al norte, hacia el Embalse del Druida Tuerto donde estaba nuestro objetivo. Pronto el maldito sirenniano traidor de Ar Con Nut caería en nuestras manos... Eso claro si sobrevivíamos a nuestro próximo obstáculo... A cien metros comenzaban unos peligrosos rápidos que terminaban en una cascada de al menos 12 metros de altura...
Se que están deseosos de saber qué pasó, pero parece ser que se logró ubicar el paradero de La Aracnodum, que como ya saben escapó hace unos días de su prisión y tengo que ir a dar una mano en su captura. Pronto seguiré con este relato.
Nos vemos, Billven
7 comentarios:
El Sol elimina a los vampiros de los cuentos! Los murciélagos no han de darte miedo: es un instinto animal tenerlo. Juntos se escuchan por su aleteo, pero uno a uno, si te concentras, emite un chasquido audible que no hace sino entenderlos.
Que sepas que la luz no les afecta (excepto en el apareamiento), sino que son los cambios de temperatura cotidianos los que les hacen levantar y acostarse (+/- el día anterior). Fíjate y ya verás cómo salen con Sol cuando saben que hay mosquitos!
Me gustan los desafíos! Aunque creo que te estafaron, es casi imposible alcanzar esa cifra de seguidores... Pero acá está mi humilde aporte y prometo difundir el tema. ¡Suerte!!
Es dificil FulanoIII pero no imposible más tarde pongo mi granito de arena y me hago seguidor. Ya mismo tengo que salir corriendo. Arriba la comunidad intyernauta que se puede!!
Vamos que se puede! Ya corro la voz por la internet. Estamos contigo Billven!!!
Muy lindas historias.
Saludos a todos.
Muy buena página. Pero me parece que viene lenta la afiliación de seguidores... Tenemos que ponernos las pilas!
Hasta pronto!
Excelentes cuentos Billven. Quedo a la espera del fin de la aventura en Stonehege y dejo mi umilde aporte a la causa.
Me encantan tus historias Billven, no ejes de escribir nunca!!!!!!!!!
besos
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